iProfesional (Argentina)
Según un artículo español, siempre hay esperanzas para lograr el trabajo deseado. No bajar la guardia parece ser uno de los requisitos para conseguirlo.
Conseguir el éxito laboral parece a veces una tarea difícil. Sin embargo, es posible y hay ciertas claves que ayudan a lograrlo.
Al menos, así surge de un artículo que asegura que existen ciertos pasos para dedicarse a lo que a uno más le gusta.
Según una nota de Expansión.com, algunas de las claves para conseguirlo son tener convicción, no dejarse cautivar por el primer éxito y seguir marcándose nuevos retos.
La periodista Ángela Méndez sostiene que para escapar de jefes incompetentes, compañeros indeseables y trabajos aburridos o sin futuro existe un plan a seguir. Los requisitos, sostiene, son ser un poco malo y hasta egoísta para hacer realidad su proyecto de vida.
Nuevas esperanzas para los sueños de siempre
Ante los trabajos rutinarios, es usual que surjan intenciones de ampliar la formación, planificar mejor las tareas y poner en marcha esos proyectos que llevan tiempo rondando por la cabeza.
Se trata de esos planes de cambio que permiten salir de la monotonía de empleos que no satisfacen y de un entorno laboral rodeado de jefes demasiado exigentes, incompetentes o malos compañeros.
Si es así, cita Méndez, vendrán muy bien los consejos que Hugh Macleod da en Planes diabólicos. Una obra que, en clave de humor, transmite un mensaje muy serio: no se conforme, la trayectoria profesional la dibuja uno mismo.
Con un panorama laboral desilusionante, no hay por qué no esperar más. Por eso, Macleod recuerda que "fuimos diseñados para crear, no para consumirnos". En este sentido, opina que hay que luchar por hacer lo que realmente nos gusta.
Para lograrlo, incita a romper con las costumbres, no estar pendientes del qué dirán y actuar pensando en uno mismo.
El autor señala además, que cuando hay problemas, las quejas constantes no son una estrategia que lleve al éxito. En cambio, propone un "plan diabólico", que implica trabajar en lo que a uno le gusta, sin ataduras.
"Cuando consiga sus objetivos, parecerá que ha hecho un pacto con el diablo y, al tener éxito,los demás lo odiarán por haberlo logrado", afirma el autor.
Claves para no bajar la guardia
Algunos de los puntos que propone Macleod son los siguientes:
Tenga siempre hambre. Es necesario no perder el ansia de hacer cosas nuevas, de descubrir, de experimentar. Hacer lo a uno que le gusta no implica crear un nuevo negocio. Puede ser también desarrollar un hobby, formarse en algo o buscar otra manera de hacer las tareas habituales.
Cree su micromarca. Comparta con todos lo que hace. Para eso, aproveche las ventajas que ofrece Internet. Escuche e interactúe con los que se han fijado en usted porque ésa es una fuente de un valor incalculable. "Su marca personal es una vía de escape del mercado laboral tradicional", dice el experto.
Haga arte cada día. Nunca baje la guardia. Ponga el mismo empeño e ilusión que un principiante y recuerde que no sólo es importante lo que hace, sino el modo de hacerlo.
Recuerde quién es usted. Su proyecto no implica sólo ganar dinero. Lo importante es que conlleva también un cambio y una mejora personal. Pero no debe dejarse deslumbrar por el éxito. Mantenga la cabeza fría porque asimilar un triunfo es más complejo que asumir un fracaso. "Lo que la gente dice que quiere y lo que va a esforzarse para conseguirlo son cosas distintas", señala el autor.
Encuentre su momento. Para Macleod, no hay que forzar la puesta en marcha de nuestro plan. Tarde o temprano, termina llegando ese día en el que dejamos de ponernos excusas y echar la culpa a los demás y empezamos a tomar decisiones y a actuar.
No se acomode. Busque siempre nuevos retos y proyectos en los que centrarse. Somos multitarea y además de realizar nuestro trabajo en la oficina, siempre podemos ilusionarnos con otras actividades que repercutirán de forma positiva en la forma de afrontar nuestra vida.
Sea despertador. Macleod cree que las personas se dividen entre los despertadores y los dormilones. Los primeros son los que están atentos a todas las posibilidades, siempre tratan de ver el lado bueno de las cosas, no se quedan pensando en las peleas o fracasos. Esta actitud los hace sentir vivos, satisfechos y es lo que contagian a los demás.
Consiga que lo odien. Cuanto mejor sea su plan, ese proyecto que lo hace feliz y satisface, más serán las personas que lo odien. ¿Envidia? ¿Celos? Un poco de todo: en su triunfo ven su fracaso y prefieren atacarlo a usted que a sus propios demonios.
El autor concluye que "su plan diabólico no va a facilitarle la vida. Es probable que se la complique más. Pero saberlo de antemano hará que la experiencia de estar vivo, aquí y ahora, sea mucho más rica y agradable". ¿No cree que vale la pena?
No hay comentarios:
Publicar un comentario