La Nación (Argentina)
Ansiedad, angustia, agresividad y depresión viven el 53 % de los usuarios cuando olvidan el aparato en sus casas, se les acaba la batería o no tienen señal, según un estudio español.
Si usted es una de esas personas que ni bien salió de la casa se da cuenta que no lleva su teléfono celular encima y vuelve sobre sus pasos a buscarlo o comienza a sufrir una gran ansiedad por no poder hacerlo, es posible que sufra de nomofobia.
El término proviene de la expresión en inglés ‘no-mobile’ (sin teléfono) y sirve para explicar el miedo irracional que sienten algunos usuarios cuando no están cerca de sus teléfonos celulares. Esta conducta se clasifica dentro de las nuevas enfermedades que emergieron por la aparición y el uso masivo de las nuevas tecnologías.
Según un estudio realizado por expertos españoles, el 53% de los usuarios de teléfonos celulares sufre de esta fobia, cuyos síntomas son ansiedad, inestabilidad, agresividad y dificultad para concentrarse.
Estos síntomas se presentan cuando los usuarios olvidan el celular en sus casas, cuando les queda poca batería o cuando se encuentran en un área que tiene poca cobertura o mala señal. Además, influyen los robos y extravíos, para acrecentar los momentos de angustia por la pérdida de un aparato que suele concentrar datos preciados por los usuarios, como la agenda telefónica, fotografías y cuentas de correos electrónicos.
Otro síntoma es que cuando está en un sitio donde el uso del móvil no está permitido (cine, bancos, aviones, entre otros), la persona sufre de gran estrés. Al igual que un fumador adicto, busca la manera de salir de ese lugar para revisar el teléfono.
Los psicólogos españoles del grupo USP Hospitales afirmaron que los más propensos a sufrir de nomofobia, concentrando inestabilidad en el ánimo, agresividad y dificultades de concentración, son los que tienen teléfonos inteligentes ya que son los aparatos que más prestaciones permiten realizar, por lo que la dependencia a las mismas se acrecienta.
Los primeros estudios realizados revelan que esta enfermedad es más común en los hombres que en las mujeres. Mientras en el sector femenino un 48% de los usuarios sufre de nomofobia, en el masculino esta cifra asciende a 58%.
Según el psicólogo Ildefonso Muñoz, coautor del trabajo, "los jóvenes son el colectivo más vulnerable, ya que su actual patrón de sociabilidad y relación con los iguales ha cambiado desde hace una década atrás. "Mensajes de móviles y chat predominan en su forma de interactuar y, por lo tanto, sin ordenador ni móvil su apagón comunicativo es casi total".
Par evitar caer en esta dependencia o reducirla, Ildefonso Muñoz aconseja apagar el teléfono por la noche a partir de determinada hora, hacer "intentos" de dejarlo en una habitación distinta de la que nos encontremos, empezando por 10 minutos e ir aumentando este tiempo paulatinamente y, con el tiempo, ser capaz de dejar el móvil en casa.
Esta nueva patología también está siendo estudiada por expertos de la Universidad de Kansas, en Estados Unidos, y por investigadores australianos.
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