Una membrana en las fachadas podría hacer que los edificios de ciudades contaminadas actuaran como árboles, limpiando así el aire de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono (CO2).
El Instituto de Tecnología Química de la Universidad Politécnica de Valencia ha creado un material que transforma la energía de la luz solar, es decir, los fotones, en energía química. Este material llamado OFFNOx, es un polvo que se puede agregar a pinturas de exteriores, materiales de construcción y paneles para exteriores. Al recibir la luz solar funciona como las membranas de las plantas durante la fotosíntesis, generando una reacción química que depura el aire, sin sufrir alteración alguna.
Un fotocatalizador para la atmósfera
El profesor Hermenegildo García, investigador del Instituto, explicó a la Deutsche Welle que la cerámica funciona como una esponja, que limpia el aire de los óxidos de nitrógeno, los NOx, transformándolos en nitrato, una sal que sirve de fertilizante para las plantas.
Por otro lado, “El OFFNOx es un material resistente, que no se puede rayar, no se mancha y no se corroe, por lo que agregado este fotocatalizador a los materiales de contrucción y pinturas de exteriores otorga a los edificios urbanos una nueva función: la de ir limpiando el aire”, asegura el investigador.
El OFFNOx ha sido evaluado también en el Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM), donde se han hecho pruebas de laboratorio en condiciones atmosféricas, es decir muy cercanas al medio ambiente. Esas pruebas han dado resultados contundentes de la efectividad del fotocatalizador.
“De hecho acabamos de terminar una prueba realizada en el ayuntamiento de Barcelona, donde se han puesto en un edificio una serie de paneles constructivos que contienen OFFNOx, para ver el funcionamiento del material. Los resultados han sido muy positivos”, dice el profesor García.
El profesor apunta que gracias a Universidades como la de Hannover y Núremberg, de Alemania, es que se ha llegado a los actuales éxitos en fotocatálisis, ya que son líderes en esta rama de investigación y han contribuido indirectamente al proyecto valenciano.
En muchas ciudades se aplica la normativa europea sobre la calidad del aire. Esta reglamentación que tiene su origen en el Protocolo de Kyoto y el objetivo de contener, prevenir y con ello reducir las emisiones de gases de efecto de invernadero, que son causantes de irritación de ojos, piel y mucosa, así como de afecciones pulmonares y cancerígenas.
Para cumplir con la normativa “lo ideal sería dejar de utilizar combustibles fósiles, pero mientras sigamos utilizando automóviles y calefacciones habrá que buscar algo que limpie el aire, así que esta tecnología puede ayudar a subsanar el daño que hacemos,” acentúa el Profesor García.
"La idea es convertir el mobiliario urbano en una esponja que depura el aire, es decir, convertir a los edificios en árboles y a las ciudades en bosques". Concluye el profesor García.
Fuente:
Deutsche Welle (Alemania) / Por Patricia Vera-Camacho
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