Carlos Vergara
Corrresponsal en Chile
MINA SAN JOSE, Chile.- Fue un desahogo que liberó los pulmones de millones de personas en todo el mundo, después de 70 días de aliento contenido. El 13 de octubre de 2010 será recordado como una fecha histórica, feliz: fue el día en que la cápsula Fénix 2 emergió por última vez desde el fondo de la mina San José.
El milagro terminó de completarse anoche, a las 21.55, con la salida del jefe de turno, Luis Urzúa, al cabo de un espectacular operativo que duró 22 horas y media y que trajo de vuelta a la vida a los 33 mineros que estaban sepultados a 700 metros desde el 5 de agosto. La gesta fue presenciada en vivo por televisión por millones de personas en todo el mundo.
El campamento se convirtió en un interminable carrusel de emociones, mientras uno por uno los 33 hombres volvían a nacer, en una demostración de fortaleza y templanza. La gran mayoría estaba en muy buenas condiciones de salud.
"Chile estuvo en el corazón del mundo y creo que mostramos lo mejor de nosotros", señaló el presidente Sebastián Piñera al completarse el rescate.
"Fue un triunfo de todos los chilenos", expresó el mandatario, que aprovechó la ocasión para reiterar sus agradecimientos a las familias de los mineros, a los cientos de rescatistas que participaron de la Operación San Lorenzo y a los ministros de Salud y de Minería, Jaime Mañalich y Laurence Golborne, respectivamente.
"Hoy siento que Chile está preparado para grandes cosas", dijo Piñera, al recordar que ha sido un año de adversidades por la destrucción que ocasionó el terremoto de febrero pasado.
Después de la primera y emocionante salida de Florencio Avalos y del locuaz Mario Sepúlveda, durante la madrugada, les siguieron Juan Illanes -quien estuvo dos años en una trinchera durante el conflicto limítrofe entre Chile y la Argentina por el canal de Beagle, en 1978- y el boliviano Carlos Mamani, que fue recibido en la superficie por Piñera y su mujer, Cecilia Morel, portando banderas de Bolivia.
El quinto fue Jimmy Sánchez, de 19 años, el más joven del grupo, recibido por su padre. Fue trasladado en helicóptero hasta el hospital regional de Copiapó, un trayecto que tardó poco más de 20 minutos. Allí ya estaban Avalos y Sepúlveda.
En algún momento, que nadie ha conseguido determinar, ese molesto nudo en la garganta que invadió tanto a los familiares como a los periodistas comenzó a desvanecerse. La Fénix 2 mejoraba sus tiempos bajada tras bajada. Parecía que ya nada podía salir mal.
"Mi papi es el número 17, yo calculo que saldrá como a las 3 o 4 de la tarde", dijo a LA NACION, con pasmosa tranquilidad, Marcela Reygadas, hija de Omar, de 56 años.
Luego fue el turno de Osmán Araya, cuñado de Florencio Avalos, y José Ojeda, que escribió el ya mítico mensaje "Estamos bien en el refugio los 33", con el cual se alertó a la superficie de que todos habían sobrevivido, el domingo 22 de agosto.
Claudio Yáñez cerró el primer grupo, para dar paso a Mario Gómez. El autor de la célebre carta de amor a su mujer, Lilianette Ramírez, enfermo de silicosis e hipertenso, fue rescatado en un izamiento más lento. Al salir, se arrodilló para agradecer al cielo.
Alex Vega y Jorge Galleguillos aparecieron a continuación. Cuando era rescatado Edison Vega arribó a la mina San José el presidente de Bolivia, Evo Morales, que visitó en el hospital de campaña a Carlos Mamami y recibió a algunos de los trabajadores.
"Estoy sorprendido e impresionado por el trabajo que hizo el presidente de Chile, su gobierno (...) una gran acción humanitaria por los mineros atrapados. Nunca van a olvidar los bolivianos el esfuerzo hecho por ustedes. A Carlos lo cuidamos, muchas gracias mineros chilenos que cuidaron a mi hermano", señaló Morales.
Carlos Barrios y Víctor Zamora, amigos y compañeros de equipo en una liga de fútbol amateur de Tierra Amarilla, vecina a Copiapó, también salieron sin mayores problemas. Víctor Segovia, que escribió una bitácora diaria en las profundidades, y Daniel Herrera, completaron 16.
Llamadas
Luego comenzaron las llamadas telefónicas. "Lo estamos esperando en Chile, un abrazo muy grande, el abrazo más grande do mundo ", le respondió Piñera al presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, que lo llamó para felicitarlo por el éxito de la primera parte de la operación. Pocos minutos más tarde, el mandatario contestó las llamadas de la presidenta Cristina Kirchner y de otros mandatarios.
Mientras continuaban los traslados en helicóptero de los mineros hacia el hospital, el gobierno, a través de su vocera, Ena von Baer, afirmó que los mineros no serán abandonados después del rescate, sino que se los ayudará en su reinserción laboral.
Omar Reygadas y Esteban Rojas elevaron, a media tarde, el número de rescatados a 18. Esteban Rojas, el minero que le pidió matrimonio desde las profundidades a su pareja, Jessica, se reencontró con ella a la salida de la cápsula. Pablo Rojas y Darío Segovia completaron los 20.
Cada vez que salía un minero, los periodistas y camarógrafos se agolpaban en la carpa de sus respectivos familiares. Yonni Barrios, el "doctor" de la mina, fue el 21. Lo siguió Samuel Avalos, que coincidió con el retorno del presidente Piñera, quien lo abrazó efusivamente.
Carlos Bugueño, José Henríquez y Renán Avalos, el hermano menor de Florencio, completaron 25, lo que volvió a causar una aglomeración en la castigada carpa de los Avalos. Claudio Acuña, el minero que llevaba dos días en la mina cuando sucedió el derrumbe, fue el número 26.
El ex futbolista profesional Franklin Lobos fue uno de los más aplaudidos, tras jugar con una pelota que le entregó su hija, Carolina. Richard Villarroel y Juan Carlos Aguilar sumaron 29. Raúl Bustos, que perdió su trabajo en Talcahuano por el tsunami de febrero, fue el 30. Su familia había presentado el mes pasado una demanda judicial contra los dueños de la mina. Ariel Ticona y Pedro Cortez subieron después.
Sobre el final, el jefe de turno, Luis Urzúa, que mantuvo a sus compañeros a raya y nunca les permitió darse por vencidos, salió a la superficie. La tarea había sido terminada.
"Puro corazón minero", le dijo Urzúa a su hijo. "Espero que esto nunca más vuelva a ocurrir", le pidió a Piñera.
"Don Luis, recibo su turno y lo felicito porque cumplió con su deber, saliendo último, como un buen capitán", le respondió Piñera.
Todo terminó con Piñera y Urzúa, junto a todos los presentes, cantando el himno nacional, y el regreso de los rescatistas tras su último viaje a las profundidades.
Chile había cumplido con sus hijos.
La Nación
Jueves 14 de Octubre de 2010
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