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lunes, 21 de noviembre de 2011

La contaminación que ciega a los satélites

El País (España) / Por Mónica G. Salomone

Recreación de la órbita que sigue el satélite SMOS en el espacio.- ESALa emisión de señales de radio en frecuencias oficialmente reservadas para la investigación científica dificulta el trabajo de varios satélites de observación de la Tierra. La Agencia Espacial Europea (ESA) combate el problema y dice que España es una de las regiones que ha conseguido "limpiar".

El problema se hizo patente tras el lanzamiento del satélite SMOS, de la ESA, en noviembre de 2009. SMOS debe medir la humedad de la Tierra y la salinidad del océano -el significado de sus siglas en inglés, SoilMoisture and OceanSalinity-, un tipo de información de la que no se disponía hasta ahora a escala global y que es indispensable para entender bien el ciclo del agua. El corazón de SMOS es un radiómetro diseñado en España, MIRAS, considerado una pequeña joya de la ingeniería: para medir salinidad y humedad desde el espacio hace falta una antena demasiado grande para cualquier satélite, pero MIRAS resuelve la cuestión con 69 antenas pequeñas que combinan sus datos.

SMOS opera en la banda L del espectro electromagnético, entre las frecuencias 1400-1427 MHz; es una banda que la Unión Internacional de Telecomunicaciones ha reservado para los satélites de exploración de la Tierra y radioastronomía. Sin embargo, cuando empezó la toma de datos los ingenieros se toparon con muchas interferencias, en especial en el Sur de Europa, Asia, Oriente Medio y algunas zonas costeras. Simplemente, las interferencias cegaban al satélite en muchas de estas regiones.

Así que la ESA se ha dedicado los primeros años de vida de SMOS a establecer acuerdos con autoridades nacionales y locales para limpiar el espectro.

Los ingenieros identifican la fuente de la interferencia con una precisión de unos cinco kilómetros; son sobre todo emisoras de televisión y radio, radares terrestres y circuitos internos como los usados en sistemas de seguridad. A veces son emisiones en bandas "legales" pero mal sintonizadas; otras veces la emisión es en la banda reservada.

En junio pasado,la ESA había detectado casi 400 fuentes en todo el mundo, sobre todo en Asia y Europa. Aunque la agencia advertía de la inexactitud de la cifra: las fuentes muy potentes podrían estar enmascarando otras más débiles. Gran parte de esas fuentes han sido ahora apagadas, asegura la ESA. América, África y Australia están bastante limpias, y la situación en Europa ha mejorado mucho. Pero la ESA sigue investigando y contactando con autoridades en 35 países.

España, según la Agencia, es uno de los países donde la limpieza del radioespectro ha sido más efectiva. Se da la circunstancia de que España tiene mucha participación en esta misión: la compañía española EADS-CASA es contratista principal del radiómetro MIRAS, y muchas empresas españolas son proveedores de subsistemas. Además, el centro donde se reciben y procesan los datos de SMOS está en el Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC), de la ESA, en Villanueva de la Cañada, en Madrid.

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