Los choferes denuncian que trabajan en precarias condiciones; las empresas no realizan capacitación; los especialistas hacen hincapié en la falta de responsabilidad de los conductores, que protagonizan cinco choques promedio por día, según cifras oficiales.
El colectivo 60 que protagonizó un choque fatal Foto: Archivo
Por Maia Jastreblansky
De la redacción de lanacion.com
mjastreblansky@lanacion.com.ar
@maiajastre
Las muertes de un niño de cinco años y un joven motociclista atropellados por colectivos levantaron la polémica en torno a las condiciones de trabajo y los controles en el transporte público.
Las cifras alarman: según datos del gobierno porteño, los choferes están involucrados en más de cuatro choques promedio por día y son los responsables en el 30 por ciento de los decesos ocurridos en siniestros, en el primer semestre de 2010.
En ese contexto, las asociaciones civiles denuncian la impunidad del sistema aunque los organismos oficiales aseguran que se realizan los controles pertinentes. En tanto, los choferes se quejan de que trabajan bajo mucha presión y en precarias condiciones.
Néstor Marcolin, delegado de la línea 60, la misma que protagonizó el trágico accidente de ayer , recordó que las condiciones de trabajo de los choferes son consideradas insalubres. "En nuestra línea fallecieron 23 compañeros en los últimos 3 años. Tenemos muchos problemas de salud", declaró en diálogo con lanacion.com .
Marcolin atribuye esta situación al estrés que les provoca el trabajo arriba del colectivo: "Por problemas técnicos cada vez hay menos unidades en la calle. Eso genera presión para el resto, demoras, insultos de pasajeros y mucho nerviosismo". Como ejemplo, relató un serio episodio en el que un compañero suyo fue medicado por un psiquiatra, en la empresa no tuvieron en cuenta su situación médica y lo hicieron trabajar igual.
Desde otra perspectiva, el presidente de Luchemos por la Vida, Alberto José Silveira, vinculó la incidencia de accidentes con la falta de responsabilidad de los choferes: "Está fuera de duda que es un trabajo muy agobiante. Pero ellos también actúan caóticamente en la calle y cosechan lo que siembran: un tránsito caótico. Existe una anarquía por la cual se creen que son los dueños de la calle y que nadie los va a sancionar".
Un informe el Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi) confirma esta premisa. "Faltan controles, existen choferes imprudentes y la gran mayoría trabaja bajo presión para que sea redituable el negocio", evaluó el estudio.
Mil horas. Para el delegado de la línea 60, uno de los puntos críticos es el de la cantidad de horas de trabajo. "Nosotros tenemos unos de los recorridos más largos y si damos dos vueltas trabajamos entre 10 y 12 horas", especificó.
Según informó a lanacion.com el titular de la Cámara de Empresarios de Autotransporte de Pasajeros, Daniel Milacci, los colectiveros trabajan entre seis y nueve horas y ganan $5.500 pesos promedio por mes.
Por su parte, el gerente control técnico de la Comisión Nacional Reguladora del Transporte (CNRT), Roberto Domecq, explicó a lanacion.com que los colectiveros deben cumplir ocho horas de trabajo y pueden realizar hasta cuatro horas extras aunque, aseguró, no observa que sea una modalidad habitual de las empresas.
Sin embargo, el chofer Marcolin señaló:"Muchas líneas pagan el horario que dice la planilla, aunque el conductor se retrase en su recorrido. Nadie quiere regalarle horas a la empresa". Esto coincide con el informe del Cesvi. Según el estudio, muchas veces los colectiveros deben realizar su recorrido con excesivo apuro y cuentan con pocos minutos de descanso entre una vuelta y otra.
Capacitación y chequeos médicos. Otros aspectos que despiertan dudas son la capacitación y los controles médicos y psicológicos a los choferes.
"A los conductores no los elegimos nosotros, ni participamos de su capacitación. Los aspirantes provienen de una escuela en la que tienen que realizar un curso de un año, y que es la que otorga choferes a la empresa que los requiere", especificó Millacci.
Los conductores profesionales deben sacar el registro cada dos años y, pasados los 40 años de edad, cada año. Sin embargo, desde Luchemos por la Vida aseguran que esto no necesariamente implica una capacitación adecuada. "Las empresas automotoras tampoco se preocupan por promover la seguridad vial entre sus empleados, ni se desprenden de los choferes que ponen en riesgo la vida de los pasajeros", aseguró Silveira.
En tanto, Domecq especificó que los colectiveros deben cumplir con tres requisitos: tener el registro profesional habilitado, realizar un curso de formación profesional y tener al día la aptitud psicofísica, que incluye diversos estudios clínicos y psicológicos que se realizan cada dos años en los conductores jóvenes y una vez por año, en los mayores de 46.
Responsabilidades por los siniestros. En la mayoría de los casos, los choferes no se hacen responsables por las infracciones de tránsito que cometen. En tanto, ante un accidente, la responsabilidad penal recae sobre el colectivero, paralelamente a lo que ocurra entre el seguro y el damnificado.
Según explicó Milacci, los controladores acumulan infracciones y les hacen llegar a las empresas un expediente con hasta 50 multas. Estos generalmente son apelados por las empresas y el trámite se eterniza en en los juzgados de faltas. "Nosotros proponemos que el chofer sea citado por las faltas que comete, si no, no se ciudan porque no tienen que hacerse responsables", indicó y resaltó su poca capacidad de intervención por la fuerza del gremio de los conductores.
En tanto, sobre los choques, el directivo de la CNRT señaló: "Cuando hay un accidente o cuando la conducta del chofer fue temeraria, consideramos que hubo un cambio en la aptitud psicofisica del chofer, entonces se le vuelve a hacer un examen psicofísico con especial atencion en el perfil psicológico para ver si requiere la suspensión de su licencia", y aclaró que el despido es algo que corre por cuenta de la empresa.
"Es todo un sistema que merece ser revisado. La legislación favorece a las empresas, si se tuvieran que hacer cargo de las infracciones se preocuparían por purificar su plantel. Además es clara la falta de control por parte de las autoridades reguladoras y de la ciudad", dijo Silveira. "Eso hace que los profesionales, que deberian ser el ejemplo de un conductor seguro, sean el ejemplo de transgrsion permanente", concluyó.