El comienzo de la época de bajas temperaturas alienta el uso intensivo de los artefactos de gas, y con él, se acrecientan los riesgos de intoxicaciones con monóxido de carbono. Esta fue la causa de la muerte de un matrimonio, el domingo pasado, en un country de Pilar (ver aparte). Por eso, la Asociación Toxicológica Argentina (ATA) recomendó ayer extremar los cuidados ante eventuales escapes tóxicos, que en la Argentina causan 200 muertes cada año, según informó su titular, Susana García.
Además, la especialista dijo que entre los meses de otoño e invierno son más de 1000 las consultas médicas que se registran por exposición al monóxido de carbono en la Capital.
Aunque el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) registra una cifra menor -afirma que en 2008 hubo 54 decesos por monóxido de carbono y 46 intoxicados- los casos de intoxicación son habituales en los centros médicos. El jefe de Toxicología del hospital Fernández, Carlos Damin, sostuvo a LA NACION que por año se reciben aproximadamente entre 80 y 100 intoxicados sólo en ese hospital.
Según los datos del Enargas, el 71% de los accidentes son producidos por conductos defectuosos; el 16%, por malas instalaciones de equipos en los baños, y el 13%, por mal funcionamiento de éstos.
La División Siniestros de la Superintendencia Federal de Bomberos informó que la mayoría de los casos de muertes por monóxido de carbono en la Capital están relacionados con instalaciones antirreglamentarias y con el desplazamiento o la ausencia de los conductos de ventilación de calefones.
Marcelo Rositto, jefe de la División Central de Alarma de la Superintendencia de bomberos de la Policía Federal, sostuvo que es habitual encontrar "conductos obstruidos por mamposterías o nidos de pájaros y daños inadvertidos como perforaciones en los caños". Según Rositto, esto sucede "porque mucha gente contrata gasistas informales y no sabe que todos los años se deben revisar los aparatos a gas".
El monóxido de carbono es un gas sin color ni olor ni sabor y, por eso, indetectable. Todo artefacto usado para quemar algún combustible puede producir monóxido de carbono si no está asegurada la llegada de oxígeno suficiente a la llama.
"Lo principal es estar atentos a los primeros síntomas, como dolores de cabeza, náuseas, mareos y vómitos", advirtió Damin.
La titular de ATA precisó: "Si la persona permanece en el lugar y continúa inhalando el gas venenoso puede tener dificultad para respirar, dolor en el pecho de causa cardíaca, palpitaciones, somnolencia y aceleración del pulso, pensamiento enlentecido, visión borrosa y falta de equilibrio".
El médico del hospital Fernández añadió que "este tipo de intoxicaciones pueden provocar secuelas graves como alteraciones psiquiátricas, problemas motrices, movimientos involuntarios y trastornos de atención".
Consejos
La página web del Ministerio de Salud del gobierno de la ciudad brinda consejos para prevenir accidentes. Está prohibido el uso de cualquier artefacto que no sea de tiro balanceado en dormitorios y baños. Además, se deben apagar las estufas por la noche y cuando no sean realmente necesarias.
También recomienda no usar braseros o estufas a querosén para calefaccionarse. En caso de utilizarlas, se deben retirar del ambiente antes de acostarse.
Es importante verificar que no estén obstruidos los conductos o rejillas de ventilación. Un simple espacio por donde circule y se renueve el aire es fundamental y puede salvar una vida.
Se debe controlar que la llama de los artefactos sea de color azul. Si es de color amarillo, naranja o rojizo, está funcionando en forma defectuosa.
Los especialistas resaltaron, también, la importancia de revisar periódicamente el funcionamiento de calefones, termotanques, estufas y cocinas a gas, calentadores, hogares o cocinas a leña, salamandras, braseros, hornos a gas o leña, calderas, etc.
Además, subrayaron que hay que evitar que permanezcan dentro de lugares cerrados motores de combustión interna (automóviles y motos) encendidos o braseros.
Voceros de Enargas advirtieron que es fundamental contratar gasistas matriculados para cualquier instalación, amplificación o modificación de los artefactos. Para contratar alguno, se debe consultar a las empresas distribuidoras el listado de profesionales matriculados.
Ante la aparición de los síntomas se puede consultar a los servicios de toxicología que funcionan las 24 horas: Hospital Gral. de Agudos Juan A. Fernández, 4801-7767 y 4808-2655; Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, 4962-6666/2247, y Hospital de Niños Pedro de Elizalde, 4300-2115.
Paula Markous y Victoria Russo
La Nación
Jueves 21 de Mayo de 2009
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