La selva misionera ha sido valorizada tradicionalmente sólo por las especies arbóreas de alto valor comercial y por su uso agrícola potencial. Eso contribuyó a su deforestación, fragmentación, sobreexplotación y pérdida de biodiversidad . Como resultado, más del 50% de los bosques nativos fueron convertidos, mientras que los remanentes boscosos fueron sometidos a extracción selectiva.
Durante décadas los recursos forestales nativos han sido utilizados como si fueran recursos no renovables, sin tener en consideración aspectos básicos del funcionamiento del ecosistema y con tecnologías poco adecuadas para su aprovechamiento.
En consecuencia, la mayor parte de los bosques en los que se realizó extracción selectiva se encuentran degradados, invadidos por especies nativas colonizadoras como algunas especies de bambúes, arbustos y lianas, y tienen un potencial de producción de madera muy bajo.
Muchas especies arbóreas de alto valor comercial no se regeneran bajo las nuevas condiciones ambientales producidas por la tala selectiva , lo cual reduce sus poblaciones naturales y produce pérdida de diversidad genética.
El palo rosa (Aspidosperma polyneuron) es un árbol siempreverde que supera los 30 metros de altura. Constituye la principal especie emergente en los bosques del norte de Misiones. Era una especie relativamente abundante en Misiones que se explotó de manera intensa hasta que en diciembre de 1992 fue declarada Monumento Natural Provincial por Ley Nº 2.380 y quedó prohibida su extracción y comercialización.
No sólo la abundancia de palo rosa ha disminuido con el tiempo sino que su área de distribución efectiva se redujo por los cambios en el uso de la tierra con la conversión de áreas boscosas en terrenos dedicados a la agricultura, forestación y ganadería.
Si bien la especie está protegida por ley, poco se conoce sobre su ecología y en muchos casos su regeneración es escasa dentro de áreas protegidas , mientras que fuera de ellas la preparación de terrenos para agricultura (que suele implicar la limpieza y quema del bosque) daña y mata los ejemplares adultos e impide el establecimiento de individuos jóvenes.
Desde hace más de dos años estamos monitoreando varias poblaciones de palo rosa y estudiando los ciclos de producción de semillas, la germinación y el desarrollo de las plántulas. Con este nuevo proyecto financiado por el Fondo para la Conservación del Banco Galicia esperamos continuar estos estudios y contribuir a la conservación y revaloración ecológica de la especie.
Proponemos elaborar mapas de distribución actual y potencial de la especie, restaurar áreas degradas en propiedades privadas, plantar individuos jóvenes que permitan aumentar la viabilidad de poblaciones muy pequeñas entre áreas protegidas, y trabajar con la gente e instituciones involucradas en la preservación de la biodiversidad para encontrar herramientas que permitan compatibilizar la conservación del palo rosa con las actividades productivas fuera de las áreas naturales protegidas.
Clarín
Martes 7 de Diciembre de 2010
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