Científicos de Brasil anunciaron el descubrimiento en ese país de una inmensa reserva de agua dulce subterránea que podría ser, según sus proyecciones, la más grande del planeta. Se trata de un acuífero ubicado en el norte brasileño, debajo de tres estados amazónicos.
"Tenemos estudios puntuales y datos recogidos durante 30 años, que nos llevan a pensar que podemos estar ante las mayores reservas subterráneas de agua dulce del planeta", declaró al diario "O Estado de Sao Paulo" el geólogo Milton Matta, de la Universidad Federal del Estado de Pará, responsable de la investigación. El científico precisó que el acuífero Alter do Chao, así llamado en referencia a un centro turístico cercano, tiene una superficie de unos 437.500 kilómetros cuadrados (poco más grande que todo Paraguay) y un espesor medio de 545 metros.
Los tesoros subterráneos Un acuífero es una capa de agua que circula por entre los poros o grietas de una formación geológica subterránea compuesta de grava, arena o piedra porosa, capaz de almacenar y rendir ese agua. Las condiciones geológicas e hidrológicas determinan su tipo y funcionamiento. Mientras mayor es la porosidad de las rocas más agua produce el acuífero. Hay dos tipos de acuíferos: los confinados y los no confinados. En el acuífero confinado, el agua está atrapada entre las estratas impermeables de la roca o entre rendijas de la formación rocosa. En un acuífero no confinado, en cambio, el agua no está almacenada a presión por no estar encapsulada en la roca. Por su carácter subterráneo no siempre se conoce la existencia de un acuífero. Los más grandes conocidos son: Acuífero de Areniscas de Nubia (Africa), con 75 mil millones de metros cúbicos; Acuífero del Norte del Sahara, con 60 mil millones de metros cúbicos; Acuífero Guaraní, con 37 mil millones de metros cúbicos; Gran Cuenta Artesiana de Australia, con 20 mil millones, y Acuífero de Altas Planicies de Estados Unidos, con 15 mil millones, entre otros. |
"Es menor en superficie que el acuífero Guaraní, pero mayor en espesor", explicó Matta. El acuífero Guaraní es una fuente de aguas subterráneas con una extensión de 1,2 millón de kilómetros, que comparten Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. Hasta ahora, no se ha descubierto otro acuífero tan grande en el continente.
Al respecto, y ante la posibilidad de que ese sea el caso de Alter do Chao, Matta admitió que las mediciones en la nueva reserva no son del todo precisas todavía, pero está seguro que el reservorio podría abastecer de agua por cientos y cientos de años a la población entera del planeta. Matta remarca que la porosidad de la roca en la que el agua está depositada es un indicio del potencial de la reserva: "La roca es muy porosa, lo que indica una gran capacidad de reserva de agua. Además, la permeabilidad -conexión entre los poros de la roca- también es grande".
El científico comentó que una característica de este nuevo acuífero es que la reserva se encuentra entre unos 300 a 350 metros de profundidad, por lo que "sería mucho más fácil llegar hasta el agua", a diferencia de la que reposa en el acuífero Guaraní, que se encuentra a unos 1.000 metros.
Brasil es el país con mayor reserva de agua dulce del mundo. Según cálculos de organismos internacionales, en los acuíferos y las cuencas fluviales del país vecino se encuentra alrededor del 12 por ciento del agua dulce del planeta. Estudios realizados por científicos de organismos internacionales sostienen que de todo el agua que existe en el mundo, sólo el 2,5 por ciento es dulce.
En el caso de Brasil, la mitad de sus reservas está en los ríos amazónicos, que discurren por regiones que tienen la menor tasa de población por kilómetro cuadrado del país, pero aun así no escapan de amenazas ambientales. La contaminación de los ríos de la Amazonia preocupa seriamente a grupos ecologistas y se atribuye, en su mayor medida, a la actividad de mineros ilegales que lanzan a los ríos el mercurio que utilizan en la extracción de oro.
Estudios de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), que integran Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guayana, Surinam, Perú y Venezuela, dicen que la minería ilegal usa entre uno y tres kilos de mercurio por cada kilo de oro extraído. Y que en los últimos 50 años se han vertido unas 1.300 toneladas de mercurio sobre el río Amazonas y sus afluentes.
Clarín
Lunes 12 de Abril de 2010
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