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SHITECK CONSULTORA EN SEGURIDAD HIGIENE Y MEDIO AMBIENTE
miércoles, 15 de julio de 2009
Instalan dos turbinas para generar energía en Río Tercero
Botnia descartó contaminación ambiental por la emanación de humo
Autoridades de la planta de celulosa de la finlandesa Botnia, que opera en Uruguay sobre la vera de un río limítrofe con la Argentina generando un conflicto entre ambos países, descartaron este domingo que la fábrica esté emitiendo gases tóxicos que contaminen el medioambiente.
"La planta no registra emisiones tóxicas ni episodio alguno de contaminación", aseguró a AFP la directora de comunicaciones de Botnia, Florencia Herrera, quien advirtió que las nubes de humo percibidas "obedecen a un fenómeno atmosférico habitual debido a la condensación del vapor de agua en contacto con las bajas temperaturas".
La explicación se produjo en respuesta a las denuncias de los activistas argentinos de la ciudad de Gualeguaychú -que mantienen bloqueado hace 32 meses el principal paso fronterizo con Uruguay en protesta por el emprendimiento-, de que la planta estaba emitiendo gases y efluentes tóxicos al cauce.
Herrera subrayó que "los indicadores ambientales de Botnia, tanto de las emisiones al aire como del tratamiento de efluentes, están por debajo de los estándares mínimos internacionales".
Desde su puesta en funcionamiento en noviembre de 2007, la usina lleva producidas más de 1.300.000 toneladas de pasta celulósica, que han sido exportadas a Europa y Asia.
Su instalación generó una prolongada controversia entre la Argentina y Uruguay, que se está dirimiendo en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, adonde recurrió el gobierno del entonces presidente Néstor Kirchner, por considerar que la planta es contaminante y violatoria del estatuto del río limítrofe junto al cual se erige.
Fuente Diario INFOBAE
Hay pocos avances en el Riachuelo
Laura Rocha
LA NACION
Hoy, a un año de que la Corte Suprema de Justicia ordenara a los Estados nacional, bonaerense y porteño el saneamiento del Riachuelo, se ven pocos avances tangibles. No se conoce con certeza el número de industrias en la cuenca, no hay aún datos sobre el estado epidemiológico de los más de tres millones de habitantes que viven en contacto directo con la contaminación y se siguen arrojando residuos en basureros clandestinos. De las obras de saneamiento, que ya cuentan con financiamiento internacional, no se tiene ni siquiera un cronograma oficial.
En ese sentido, ayer, el juez federal de Quilmes, Luis Armella, ordenó a la Autoridad de Cuenca (Acumar) que presente en 10 días un cronograma oficial para las obras de saneamiento cloacal, ya que ahora se contará con el financiamiento del Banco Mundial por 840 millones de dólares.
Armella también exigió a las jurisdicciones recuperar el camino de ribera, desde la orilla del río hasta 35 metros de distancia: "Los asentamientos de esa área deben ser relocalizados o erradicados".
Además, el magistrado, que parece ser el actor más activo de todo este proceso, resolvió que el Cuerpo Colegiado ?integrado por el defensor del pueblo de la Nación y varias ONG? y la Acumar mantengan reuniones regulares cada 15 días. El cuerpo integrado por la sociedad civil se mostró activo al inicio, pero, aunque no lo reconozcan públicamente, desde hace unos meses existen diferencias entre los actores involucrados. "El incumplimiento de los plazos estipulados por la Corte fue una constante por parte de la Acumar. Entre los puntos positivos se destacan el crédito otorgado recientemente por el Banco Mundial y la actuación de Armella", opinó Andrés Nápoli, de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales.
Según el secretario de Ambiente de la Nación y presidente de la Acumar, Homero Bibiloni, aunque se avanza despacio, "se avanza". El funcionario no precisó fechas de inicio de obras para los colectores cloacales, aunque dijo que se destinarán 4 millones de dólares para el "fortalecimiento institucional" de la autoridad, que contará con tres sedes nuevas. Respecto del cuerpo de inspectores que debe recorrer las industrias, aún está en formación, según admitieron fuentes oficiales; la Corte había dado 30 días para la inspección de las empresas de la cuenca.
Ayer, a pedido del jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri fue recibido por Armella. Según se informó, el mandatario le transmitió "el compromiso de la ciudad con el cumplimiento del fallo de la Corte". En realidad, el temor del jefe de gobierno es que, ante el nuevo escenario político, la Nación le niegue a la ciudad el financiamiento para obras que le corresponde.
En tanto, habitantes de la cuenca más contaminada del país esperan una solución a sus problemas.
martes, 14 de julio de 2009
LA PANDEMIA La Gripe A disparó el estrés entre los médicos de los hospitales públicos
Dicen que se vieron desbordados por pacientes desesperados. "Trabajamos con el temor a lo desconocido", reconocen.
Al menos por el momento, en los servicios de guardia bajó el número de consultas por Gripe A. Por eso ellos ahora pueden permitirse un minuto para posar ante un reportero gráfico, y otro para contar cómo fueron los días más duros durante la pandemia. Hace dos o tres semanas, no hubieran tenido tiempo. Se trata de los médicos de los hospitales públicos de la Capital y el Gran Buenos Aires, que durante las primeras semanas de junio tuvieron que atender -sin todos los recursos necesarios y en muchos casos sin pautas claras- a verdaderas multitudes atemorizadas. El desborde los sometió a un gran estrés y, afirman los expertos, podría hacer crecer los casos de burnout ("síndrome del quemado", agotamiento emocional muy severo), que hoy padecen en el mundo dos de cada diez profesionales de la salud.Entre los médicos, el burnout suele manifestarse mediante irritabilidad, pérdida de memoria y otros síntomas habituales del estrés. Y puede llegar a la despersonalización (la relación con el paciente pierde su dimensión humana), y al abandono de la profesión.
"El burnout se da cuando hay un desbalance entre lo que el médico debe dar y las gratificaciones que recibe a cambio, y en las crisis como esta el número de casos puede aumentar", explica Roberto Sivak, psiquiatra y docente de la UBA, y miembro de la sección Intervención en Desastres de la Asociación Mundial de Psiquiatría. "Cuando se desbordan todas las previsiones, la variable de ajuste suele ser la salud psicofísica de los trabajadores de la salud", señala. Y sobre este brote de Gripe A resume: "Los médicos se vieron tironeados por la demanda de atención de los que se creían afectados, teniendo que atender a la vez a los enfermos".
El testimonio de Ana Migliorini, que es pediatra y atiende chicos en la guardia del Hospital Larcade de San Miguel, confirma la última afirmación de Sivak. "En las primeras semanas de junio nos desbordó la cantidad de pacientes, que llegaban muy asustados. Nosotros los teníamos que contener, pero a la vez no teníamos información suficiente y clara", cuenta Ana.
Las instrucciones para manejar los posibles casos de Gripe A variaban cada poco. "Atendimos a cientos de pacientes sin usar barbijo ni alcohol en gel, esas recomendaciones llegaron tarde", afirma la médica.
A su vez, medidas más básicas aún, como lavarse las manos, son complicadas en la guardia del Larcade. "Porque no tenemos dónde, para hacerlo debemos caminar unos cuantos metros por el Hospital, y durante esas guardias, de 24 horas, apenas había tiempo para levantarse de la silla", dice Migliorini.
"En un momento llegamos a la conclusión de que no lograríamos 'vaciar' la sala de espera nunca", gráfica. Y agrega: "Lo más desesperante es cuando algún chiquito necesita ser internado en una terapia intensiva pediátrica y no le conseguimos lugar. Un bebé murió esperando una cama que no llegó a tiempo". El golpe de gracia llega en la siguiente frase: "Pero no tiene que haber Gripe A para que cosas como estas ocurran. En esos casos uno se queda con la desesperación de saber que había algo más para hacer, y que no se hizo".
En el Hospital Mi Pueblo, de Florencio Varela, la afluencia de pacientes es siempre muy grande. Bien lo sabe el médico generalista Fernando Corsiglia, que trabaja allí. Sin embargo, él no sale de su asombro: "Uno está acostumbrado a atender a mucha gente, pero la demanda en las primeras tres semanas de junio fue increíble". La notable cantidad de casos graves que atendieron (y siguen atendiendo), las dificultades para conseguir derivaciones, la falta de profesionales, y lo valioso que son los que están son los ítems que destaca Corsiglia en su repaso de los días más agitados de la pandemia.
También Raúl Hermes Sánchez, médico terapista del Hospital Evita Pueblo de Berazategui, muestra asombro, en su caso por la gran cantidad de pacientes jóvenes sanos cuya situación empeoraba en pocas horas. "Eso nos obligaba a un seguimiento muy cuidadoso, y estudios y tratamientos más continuos", relata. Sánchez también habla de retrasos en el conocimiento de los cuidados a tomar. "Al principio no nos cuidamos, después las precauciones se volvieron una norma", dice.
En la misma dirección va el testimonio de Carlos Maurtua, neumonólogo infantil del Hospital Evita, de Lanús. "La gente llegaba angustiada y nosotros estábamos sorprendidos; trabajamos con el temor a lo desconocido, y nos informaban tarde de los recaudos que debíamos tomar", dice Maurtua. Y con un suspiro agrega que desde que se recibió, en 1981, jamás vio algo así. "Nos estresamos y angustiamos, pero el sistema respondió a la altura de lo que se puede", resume.
Afirman que el pico de gripe A no pasó
Los especialistas advierten que no hay que desatender los cuidados y que habrá alta circulación del virus en lo que resta de julio
Los shoppings, como Unicenter, en Martínez, recuperaron ayer buena parte de su público habitual Foto: LA NACION / Fabián Marelli
Soledad Vallejos
LA NACION
La menor cantidad de consultas de personas con síntomas de gripe A en los principales centros de salud es un signo alentador frente a la epidemia, evaluaron las autoridades sanitarias. Incluso, restaurantes y shoppings parecieron recobrar su ritmo habitual en la ciudad y el conurbano, ya que el fin de semana volvió a verse bastante público.
Sin embargo, especialistas consultados por LA NACION advirtieron que esta tendencia no significa que lo peor de la epidemia haya pasado ni que la circulación viral haya ingresado en una etapa de amesetamiento. Por el contrario, estimaron que el pico de la enfermedad aún no llegó y que lo haría en lo que resta de julio.
"Las consultas pediátricas ambulatorias disminuyeron en estos últimos días y, afortunadamente, las terapias intensivas ya no están colapsadas. Pero las consultas en adultos se mantienen constantes y aún estamos en plena epidemia. No se puede hablar hoy de amesetamiento ni de curva descendente. Y no lo digo por cautela, sino porque no es cierto", aseveró el doctor Jorge San Juan, jefe de terapia intensiva del hospital Muñiz y coordinador del Comité de Emergencia Epidemiológica del Ministerio de Salud.
Un relevamiento realizado por el gobierno porteño mostró que la asistencia a las guardias médicas de los tres centros de referencia de la Capital -los hospitales de niños Juan P. Garrahan, Ricardo Gutiérrez y Pedro de Elizalde- disminuyó notablemente.
No obstante, "todavía hay en el sistema de salud público una gran cantidad de internados y existe un grupo de pacientes inmunodeprimidos que han requerido en estos días internación de urgencia por neumonía -señaló San Juan-. El virus sigue presente y circulando en la ciudad, y creo que la gente recién ha tomado conciencia de la situación. Aventurarse con pronósticos demasiado alentadores es muy riesgoso, porque se corre el peligro de que la gente baje la guardia".
Consultado por LA NACION, Eduardo López, infectólogo y jefe del Departamento de Medicina del hospital Gutiérrez, también reconoció una situación más favorable con respecto a la evolución de la epidemia, aunque se mostró cauteloso. "Yo diría que las consultas pediátricas ambulatorias no han aumentado, aunque las terapias intensiva e intermedia del hospital están llenas, pero no colapsadas", dijo el especialista, y detalló que alrededor de 24 niños continúan internados.
"Creo que las medidas de aislamiento han funcionado y soy optimista en ese sentido, pero no hay que bajar los brazos y hay que apuntar a la prevención más que nunca. Estamos en plena epidemia, y es esperable que se presente una gran cantidad de nuevos casos", dijo López.
Alejandro Videla, neumonólogo del Hospital Universitario Austral y miembro de la Sección Infecciones de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, señaló que en ese hospital tanto las consultas pediátricas como las de adultos por afecciones respiratorias disminuyeron 40% con respecto a la semana anterior.
Hipótesis"Atendemos también muchos menos casos graves que antes, lo que nos lleva a pensar en dos hipótesis: que luego de cuatro semanas el ciclo del virus H1N1 en el área metropolitana se esté completando y por eso haya menos contagios, o que los pacientes no consultan por miedo a entrar en los hospitales. Yo me inclino por la hipótesis de que se está saliendo del pico de actividad", señaló Videla.
Tomás Orduna, jefe de Medicina Tropical del hospital Muñiz, alertó sobre la necesidad de que la población continúe cumpliendo las medidas preventivas e higiénicas contra la influenza y que se eviten las aglomeraciones.
"En Buenos Aires llevamos un mes de transmisión autóctona, y si bien ésta no ha cesado podemos decir que merced a las medidas de mitigación esta semana hubo menos internaciones. La masa crítica de infectados puede haber bajado, pero cuando el cuadro de situación mejora es cuando más se deben reforzar las medidas de prevención para que no haya un rebrote en la cadena de transmisión", aconsejó.
Horacio López, profesor titular de Infectología de la Facultad de Medicina de la UBA, señaló que el comportamiento del virus H1N1 ha demostrado ser muy dinámico e impredecible. "En el interior se debe ahora proceder con una campaña de información muy intensa porque el panorama allí será preocupante y similar al que ha estado padeciendo la Capital. Es clave entonces evitar muertes y casos graves mediante el rápido acceso de la población a la consulta y los servicios de salud", indicó López.
Con la colaboración de Franco Varise y Loreley Gaffoglio
Llegaron 400.000 dosis de oseltamivir
El viernes pasado, Juan Manzur recibió los primeros cien mil tratamientos de un total de 600.000 que se completarán en las próximas horas con los últimos cien mil.