CORDOBA.- Luego de que medio centenar de operarios de las plantas de Petroquímica Río Tercero y de la Fábrica Militar de Río Tercero resultaran afectados por un escape de gases en el primero de esos establecimientos, hubo una serie de protestas por la peligrosidad de su emplazamiento dentro del área urbana.
Fue el tercer incidente ocurrido en el complejo fabril en los últimos meses. El 11 del mes pasado, una pérdida de un componente que se utiliza en espumas de poliuretano, adhesivos y pinturas provocó salpicaduras que alcanzaron a siete trabajadores, que sufrieron quemaduras. Al día siguiente, una fuga de fosgeno causó la muerte de dos empleados: Jorge Molina, de 53 años, y Marcelo Martinelli, de 22.
Mientras eran atendidos alrededor de 50 operarios, ayer a media tarde ocurrió otro incidente, esta vez en la Fábrica Militar de Río Tercero, cuando se registró un desperfecto que derivó en que dejara de trabajar la planta de ácido nítrico.
Esto ocasionó un escape de óxido nitroso que, según las autoridades del complejo, quedó circunscripto a sus instalaciones, sin expandirse hacia los barrios que las rodean. No se reportó que hubiera habido trabajadores con alguna afección por ese accidente.
Río Tercero sigue sensibilizada por la voladura de la planta de carga de municiones de la Fábrica Militar en noviembre de 1995, que dejó siete muertos y más de 300 heridos.
El episodio preocupante de esta semana ocurrió anteayer, cuando se produjo un nuevo escape de gases en Petroquímica Río Tercero, donde seis operarios padecieron las consecuencias de la inhalación del vaho tóxico.
La emanación que se desprendió de esa industria, impulsada por el viento que soplaba en ese momento, se desplazó hasta la vecina Fábrica Militar de Río Tercero: allí, 34 empleados aspiraron los productos diluidos en el ambiente.
La municipalidad y las empresas intentaron minimizar el incidente. Los 40 personas fueron internadas esa misma tarde en tres clínicas privadas de Río Tercero. Ayer, 11 de los trabajadores seguían en terapia intensiva: sufrieron afecciones en las vías respiratorias. Otros 30 se hallaban en salas comunes.
El accidente se produjo a raíz de un corte de energía, aseguró Daniel Correa, gerente de Petroquímica. Agregó que la interrupción de electricidad provocó la paralización de la primera de las plantas. Correa negó que hubiera habido pérdidas del letal gas fosgeno, que habían provocado la tragedia anterior.
Sin embargo, en la Asociación de Trabajadores del Estado -a la que están afiliados trabajadores de la Fábrica Militar- dijeron que había indicios de que pudo haberse tratado de un escape de ese peligroso producto.
Ayer, 24 horas después del accidente, el intendente Luis Brouwer de Koning anunció que había clausurado preventivamente el área de la empresa que provocó el incidente.
Por Juan Carlos Vaca
De la Redacción de LA NACION
La Nación
Viernes 27 de Julio de 2007
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