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Campana, Buenos Aires, Argentina

sábado, 3 de mayo de 2008

La lluvia apagó los incendios del Delta y quedan cuatro focos controlados



Además del agua, para que terminaran 25 días de fuego influyeron la humedad y la baja en la temperatura. Ahora los bomberos vigilan las cenizas para evitar que se reaviven

Se acabó el fuego. Quedan sólo cuatro focos -en Baradero, Campana y dos en la isla Talavera- y están controlados. "Estamos en la guardia de humo y cenizas, lo que significa que se mantiene el operativo por si algún costado se levanta", dijo a Clarín Sergio Rusak, coordinador del Plan Nacional de Manejo del Fuego de la secretaría de Ambiente y Desarrollo Humano.

"Los acabó la naturaleza. Nosotros sólo podíamos trabajar en controlar que el fuego no se propagara y apagar lo que podíamos. Pero terminar con esto, terminó la propia naturaleza", dijo ayer, sincero, Jorge Puentes, jefe de Bomberos Voluntarios del cuartel de Ibicuy, en Entre Ríos.

Humo y muertes en las rutas

El fuego. Los incendios en pastizales del Delta tomaron difusión pública el 3 de abril, pero según denuncias que investiga la Justicia los primeros focos se habrían generado el 31 de marzo. Se extendieron en distintas áreas en las provincias de Buenos Aires (norte), Entre Ríos (sur) y Santa Fe (sureste) quemando 70 mil hectáreas. El Plan Manejo del Fuego, que depende de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Humano, fue convocado el 10 de abril.

Los accidentes. El denso humo provocó varios choques en la ruta 9. El miércoles 9 de abril hubo 11 choques con 4 muertos. La ruta estaba abierta pese a la baja visibilidad. El 16 ocurrió otro choque múltiple, con 3 muertos y 21 heridos. Luego, hubo otro choque que sumó un muerto más.

El humo. Generado por los incendios, se convirtió en una de sus consecuencias más molestas. Durante unos 10 días, con altibajos, cubrió la ciudad de Buenos Aires generando consultas médicas y malestar en las vías respiratorias junto con irritación en los ojos. Con el viento norte soplando, llegó hasta Bahía Blanca. Y cuando el viento cambió de rumbo, cubrió Uruguay.

A pesar de la buena noticia, el tránsito siguió complicado. Como el domingo, fue la niebla la principal causante del trastorno en las rutas de la zona.

La Dirección de Vialidad Nacional dispuso un operativo de tránsito asistido mediante patrullas de la Gendarmería en las rutas 9, 12 y 14. Las rutas 3, 5, 8, 205, 41 y 51 estuvieron habilitadas a la circulación, pero con recomendación de "extrema precaución". El puente Rosario-Victoria, cortado en la noche del domingo, fue reabierto a la 6. Y muchas compañías de transporte hacia la zona mantuvieron suspendidos sus servicios

Desde el Plan Nacional se montaron cuatro centrales, donde ayer seguían trabajando los bomberos: 130 en Záarate, 57 en Victoria, frente a Rosario, 40 en Baradero y 74 en Ibicuy y Paranacito.

A la tarde, decía Rusak: "Hicimos un relevamiento de la zona y encontramos siete puntos calientes, con apenas un poco de humo". En Zárate encontraron cuatro lugares calientes. No llovió mucho, pero fue mejor que nada: unos 7 milímetros en la zona, y 22 milímetros en Victoria.

"Nosotros -dijo Rusak- nos quedamos tranquilos cuando llueve más de 50 centímetros. Menos de eso ayuda, pero no apaga del todo. Moja a los pastizales, pero donde hay álamos el agua ni siquiera llega al suelo. Lo que genera son condiciones más favorables para trabajar". Jorge Puentes, un bombero de Entre Ríos, pedía un poco más de agua para estar totalmente tranquilo. "Que el agua penetre hasta adentro de la tierra apagando los focos subterráneos".

Miguel Dupont, coordinador de Defensa Civil de la costa del Uruguay en Entre Ríos, coincidió con el diagnóstico: "No hay más fuego: todo está controlado", dijo aliviado. "El oficial y licenciado en Seguridad Jorge Bonnet, representante del Plan Nacional de Manejo de Fuego en esta provincia, sobrevoló las zonas afectadas. De la observación, concluyó que los focos ígneos desaparecieron y permanecen focos de humo, indicadores de actividad bajo tierra, que están siendo controlados".

En la provincia de Buenos Aires, Jorge Venturini, superintendente de Seguridad Siniestral, contó como muestra de lo frío que estaba el suelo que an algunas zonas quemadas el ganado volvió a pastar. "Hoy sobrevolamos durante dos horas la 'zona negra': Campana, Isla Talavera, Isla Falsa Botija, Isla Baradero y Norte de Atucha. Solo habían dos pequeños focos, pero humeantes, pero sin llamas, llamados 'fumatas'. Estaban en Campana y en el centro de Isla Talavera. El suelo y la vegetación están mojados y no hay fuego. En algunas zonas que se quemaron ya volvió a pastar el ganado".

Para poder jurar que el fuego está controlado, los funcionarios volaron toda la zona. Una amplia extensión que ocupa 80.000 hectáreas. "Excepto en Paranacito por la mañana -contó Rusak- pudimos volar, en algunos casos transportando personal, tirando agua y haciendo observación. Una vez detectado los lugares calientes se los combate de manera muy artesanal: la cuadrilla baja y con herramientas de mano, como palas, da vuelta lo que se está quemando y cuando terminan el trabajo, vuelven a volar. Con estas condiciones, el trabajo rinde mucho, pero vamos a permanecer hasta que pique el sol fuerte y ver que no se levante humito". Si esto no ocurriera, luego de 48 horas levantarán los campamentos utilizados por bomberos voluntarios, policiales de las provincias, gendarmes y personal del Ejército, Armada, Prefectura, Parques Nacionales y Policía Federal. De todas maneras, algunos ya comenzaron su regreso a casa ayer.

Como diría Jorge Puentes, jefe de los voluntarios de Ibicuy: "Hoy (por ayer) les dimos el golpe de gracia. Somos muy optimistas. Tendrías que haber visto las caras de los bomberos y brigadistas. Después de 16 días de trabajo a destajo, nos enteramos de que por fin podríamos descansar".

COLABORARON: Verónica Toller. ENTRE RIOS - Mónica Galmarini. LA PLATA

Clarín
Martes 29 de Abril de 2008

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